¿Sabéis qué? Me he despertado tildado,
sí; y es que anoche me asaltó la tilde.
Y no es que de repente ande enredado,
ni absorto en un recuerdo recordado...
Fue más bien un sueño tirando a humilde.
En una casa -muy simple, ya veis-
a sí misma sumaba su osadía.
-me agrada tantísimo que silbéis...
Sin tanto tonto intento, ¿sabéis...?
el sueño por sí solo os tediaría-
Bien, vuelvo a ti, "tildosis" que me aqueja:
Por la noche fue tal tu picazón
que ahora salen tildes de mis orejas,
me saludan flotando en las lentejas
y tocan el piano alguna canción.
Y te pido, tilde... Es más... ¡Decreto
que apagues el sol que quema mi sueño!
¡Qué diablos! ¡Fáltame siempre al respeto,
pues desde este mismo instante profeto
que seré de tu silueta amo y dueño!
Saúl Subías Rodríguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario