martes, 20 de septiembre de 2011

El jardín

Varias noches en vela
encendida de tu pelo,
fuego que acompleja
al hilo que me abandona,
que te olvida a tí y recuerda
que el "contigo" no te ama.

Arde temblando la llama,
resistiendo a mi deseo,
a mi necesidad, mojada;
y consigue desgastar
el cabecero de mi hamaca,
la dura pared de tus ojos.

Y entre miles de despojos
que florecen en tus pies
sale a la luz un lloro,
porque río, de travesía,
llega hasta el roto
de tus garras multicolores.

Y de tu campo mil dos flores
se marchitan, se marchitan
porque tú quieres que tornen
a la dicha del insatisfecho,
a la prisa del que come
del cuenco del no pasó.

Y... ¿Qué tengo que hacer yo?

viernes, 9 de septiembre de 2011

Empieza la función,
el payaso entretiene
a un niño espectador
que con cuarenta tacos
tiembla al salir el león.

Ha perdido el compás 
la trapecista bizca
que ha venido a inclinar
la torreta de pisa
del domador Adrián.

Y tú que condenaste
a tus padres a vivir
siempre contigo...

...martirio de este viaje
que les hace aguantar
a un cuarentón por hijo.


A la salida ya
la puerta de la carpa
ve cruzarse un mirar
que hace que se despierte
el dormido don Juan.


Y la casualidad
quiere que a la muchacha 
le llegue a interesar
el educado tipo,
el chico de mamá.


De avanzadilla un guiño,
de batallón las horas
dentro de un café.


La fuerza del cariño
procuró que acabasen
en la casa de él.


Y después de invitarle
a un batido del súper
con nubes de algodón 
y tras verle desnuda
un buen rato y buscar
por ahí un condón...

...irrumpía su madre
con un vaso de leche
en la habitación.