domingo, 21 de noviembre de 2010

Más de un lustro

Esto no es poesía.
No es un orgasmo, ni duele; por cuanto que la alcanzas, más se aleja.
No espera a ser poseída para manifestarse.
No es racional, yo puedo desearla y añorarla sin tener ella que pertenecerme.
No escucha, sino habla, por cuanto que no sabe, sino que se muestra.
No va por detrás mío, sino por delante, y aún así es ella quien me persigue.
No eres tú, porque rompe con todo lo escrito antes, así que no me lo preguntes.
No es blanca, es negra; como el más brillante de los soles.
No es el arte parnasiano, sino helarte por helarte y joderte de frío.